Elegir bien la casa o piso es algo que nos rompe la cabeza, pues muchas veces buscamos que las estancias sean las correctas y estén listas para entrar a vivir en el hogar soñado. Eso está bien, puesto que a veces no tenemos presupuesto suficiente para todo. Pues bien, ordenemos nuestros sueños y pongamos nuestras ideas y necesidades a funcionar.
La adquisición de un inmueble es una de las circunstancias que se va a dar muy pocas veces en la vida. Debemos tener en cuenta que en la mayoría de los casos esto conlleva al compromiso hipotecario. Por ello es necesario estar seguros que tomamos la decisión correcta para que la transacción salga bien y no tengamos sorpresas incómodas que a la larga puedan salirnos caras.
Una vez que comprobemos nuestra elección: situación de la casa, su precio, luz natural… conviene observar los detalles que pueden no resultar obvios:
- Prestar atención a los factores que no podamos cambiar, y aunque así fuese, que no sean costosos.
- Tener en cuenta el estado de la construcción: su antigüedad, la calidad de los materiales o los desperfectos causados por anteriores inquilinos o el paso de los años.
- Tener muy presente que cuando se compra una vivienda estamos asumiendo compromisos legales con todos los costes que esto soporta.
- Aunque no suele ser habitual, no está de más informarse de posibles planes urbanísticos sobre nuestra futura casa. Pueden darse apariciones de un parque cerca la vivienda o un derribo en un plazo determinado, de una derrama pendiente de efectuarse o en camino… En la mayoría de las veces el propietario vendedor ni siquiera es consciente de esa información, por lo que aconsejamos informase directamente en el Ayuntamiento o comunidad.
UBICACIÓN:
La ubicación es, a lo sumo, decisiva por varios motivos: cantidad de luz natural, sinónimo de ahorro energético y calidad de vida. Este aspecto lo podemos observar en el tamaño de las ventanas, ancho de la calle, orientación de fachada… Observar las distribuciones sin protección solar, pues demasiado frio, por ejemplo en invierno, supone un gasto a mayores de sistemas térmicos.
Cuando hablamos de fachadas u orientaciones nos referimos al confort térmico, acústico y lumínico. Modificar las fachadas suele estar bastante limitado, pues éstas están condicionadas por las propias normativas municipales. Por ejemplo, en el Ayuntamiento de Ferrol y en muchos otros, ofrecen ayudas en cuanto a la rehabilitación de cubiertas y fachadas en inmuebles de más de 50 años de antigüedad. Esto también implica una obligación que es la de VIGILAR LOS EDIFICOS ANTIGUOS (ITE) La Inspección Técnica de la Edificación es una inspección periódica que tiene que pasar cualquier construcción que cumpla con las características anteriormente citadas.
Por ello, si la casa de tus sueños tiene más de medio siglo, es muy importante que compruebes que ha pasado la última ITE, o como mínimo que está en previsión. En caso contrario, podrías encontrarte con una inesperada y costosa factura si la inspección determina que hay que realizar reformas importantes.
Cuando nombramos las protecciones solares nos referimos a las persianas, ventanas, contraventanas, cortinas… suelen ser elementos de protección de excesiva radiación o de miradas no deseadas. Por ello tendremos en cuenta la calidad de acristalamiento para evitar condensaciones o pérdidas de calor.
Otro factora tener en cuenta es la posibilidad de ventilación cruzada, esto es que podamos renovar el aire interior, por lo que la situación ideal es que la casa disponga de dos laterales paralelos a ambos lados de la vivienda.
La altura es relativamente importante. Ofrecen mejores vistas, menos ruido proveniente de las calles y menor contacto con los vecinos y/o acceso a terraza.
La situación urbana: proximidad de transporte público, comercios y establecimientos cercanos, colegios, farmacias, zonas verdes… el ambiente de la zona también toma valor a nuestra calidad de vida.
ESTADO DEL INMUEBLE EN GENERAL
- Debemos fijarnos en la mecánica de las ventanas, que cierren y abran bien, sin grandes esfuerzos; el estado de sellado y acristalamiento, lo ideal es que las siliconas estén en buen estado y el ventanal sea doble o con cámara de aire. A modo curiosidad, observemos que los ventanales puedan limpiarse desde dentro de la vivienda, evitaremos incomodidades.
- Las instalaciones no deben estar al descubierto, ya que denotan construcción de baja calidad. Las instalaciones eléctricas, o la presencia de pocas clavijas en el cuadro general, hacen desconfiar de una instalación barata.
- Comprobar los materiales de tuberías, pues el plomo o hierro puede resultar tóxico.
- Prestar especial atención a las humedades en bajos y aticos, muchas veces difíciles de percibir. Éstas pueden causar malestar y problemas graves de salud. A mayor contacto con el exterior más riesgo de humedad. Debemos cerciorarnos que la fachada cumple con las normativas de aislamiento y que están en buena conservación. Siempre puedes fijarte si hay manchas en los muros exteriores del edificio o en el contacto con la cubierta, en los baños sin ventilación natural…
- Comprobar que la estructura está en buen estado resulta difícil sin un buen profesional de por medio, por ello presta real atención a las evidencias a simple vista: el hormigón no debe ser oscuro, la madera no debe tener vetas o agujeros abiertos, eso denotaría aluminosis o termitas… otra curiosidad a tener en cuenta a simple vista es la acústica: oír a los vecinos, el ruido del televisor, los ruidos de electrodomésticos… a veces son incómodos a nivel de convivencia comunitaria.
- Comprobar la densidad y composición de las paredes o divisiones de estancia puede ser fácil, solo debes hacer unos simples toques con los nudillosy el oído nos dará la respuesta.
- Los suelos toman importancia, una plaqueta mal puesta o fría, una madera flotante, unos rodapiés mal sellados también se notan a simple vista. Son detalles a tener en cuenta de modo económico.
Para finalizar, en general, es preciso que te fijes en los costes generales, además del precio: mantenimiento, conservación y reparación. Basta con informarte de los costes municipales o preguntar al presidente de la comunidad si lo que vas a comprar es un piso.
CONCLUSIÓN:
De acuerdo con que la decisión de comprar una vivienda es delicada y que ella cuenta con una variedad de factores que intervienen, los consejos de este tipo pueden resumirse en uno: contrata un asesor experimentado. Además de la comodidad de delegar toda gestión del proceso, contarás con la experiencia y profesionalidad que permitirá valorar cuestiones que quizá no te hayas planteado.
El valor de contar con un buen profesional que te aconseje es ridículo en comparación con el precio de compra, mientras que los beneficios de haber tomado la decisión correcta son impagables a largo plazo.